Hoy en día hay una gran preocupación por la alimentación, por cómo alimentarnos de la manera más saludable y con alimentos respetuosos con el medio ambiente. Pero también hay una gran desinformación. Es responsabilidad de la comunidad científica y de las asociaciones como ASICCAZA dar una información veraz, contrastada y de valor a la sociedad y trasladar un mensaje convincente y claro.


La carne de caza cumple las recomendaciones lanzadas por Naciones Unidas para luchar contra el cambio climático por su carácter natural y sostenible donde se recoge que la carne que se consuma debe estar asociada a sistemas productivos “resilientes, sustentables y bajos en emisiones de gases de efecto invernadero”.


La carne de caza silvestre es un producto único, 100% natural por su proceso de producción en extensivo y con unas condiciones de bienestar animal inigualables, en total libertad, que fomenta el desarrollo rural de las zonas más desfavorecidas y favorece la biodiversidad animal. Así, los animales que se consumen han tenido la mejor calidad de vida, expresando formas innatas de comportamiento y alimentándose de manera natural de lo que ofrece el campo destacando las hierbas silvestres y frutos del bosque como las bellotas.


Dentro de esta lucha por la sostenibilidad y contra el cambio climático muchas especies de caza son también esenciales en la batalla contra los incendios forestales, ya que buena parte de su dieta se basa en el combustible vegetal que aporta la propia naturaleza.


Estamos, por tanto, ante un sector equilibrado y un producto –la carne de caza silvestre- especialmente respetuoso con el entorno y que se adapta perfectamente a las recomendaciones de Naciones Unidas y por tanto una carne con mucho futuro.


La producción de carne de caza silvestre es natural, genera un escaso impacto en el medio, apoya la prevención de incendios forestales y tiene propiedades saludables avaladas científicamente a través de proyectos desarrollados por la interprofesional que se expusieron en RUSI.